Inicia encendiendo el carbón con ayuda del iniciador de fuego. Solo utiliza una servilleta con aceite encendida y agrega el carbón.
Comienza a abrir los ostiones, lo recomendable es tener un abre ostras, pero sino también puedes usar un cuchillo. Simplemente encuentra la línea donde se une y encaja el cuchillo. Retira la tapa y repite el proceso por todos los ostiones.
Con ayuda de un rallador, ralla el queso parmesano que será utilizado para el gratinado. También corta en rebanadas pequeñas la barra de mantequilla, una rebanada por cada ostión.
Para el siguiente paso se ocuparán unas hojas de espinaca y un plato. En el plato se vacía el ostión, despegándolo de la concha con una cuchara, se acomoda una hoja de espinaca en la concha y por encima se pone de nuevo el ostión. Se repite este proceso por todos los ostiones.
Lo que sigue es el sazón, será algo muy ligero, únicamente unas pisquitas de ajo en polvo y sal rosa de molido fino. Y encima de cada una se acomoda una rebanada de mantequilla. Ya por último se agrega un toque de pimienta negra de molido grueso y un puño generoso de queso parmesano rallado.
Ya listo el carbón vacíalo en el asador y agrega unos chips de madera de cerezo. La intención es que genere un poco de humo y flama.
Van los ostiones a fuego directo y tapados durante 5 minutos. Ahí mismo en su concha se van a cocinar y el queso se va a gratinar, aparte de que el humo de la madera le va a dar un toque ahumado increíble.
5 minutos después se destapa, y si al destapar los ostiones les hace falta que el queso se derrita más, puedes volver a tapar durante unos 3 minutos más.
Saca los ostiones para presentarlos y acompáñalos si gustas con una cerveza y galletas. ¡Listo!