Para el pollo de preferencia utiliza una pechuga deshuesada, en caso de no poder solo retira el hueso de la pieza completa y la piel.
Sazona el pollo con ajo, curry y paprika. Cubre muy bien por ambos lados y masajea para que se impregnen por los polvos.
En un recipiente con tapa coloca el pollo y agrega 1 taza de leche. Agita bien para que la leche llegue a todo el pollo y deja marinar durante 2 horas.
Mientras tanto, continúa con la preparación de los waffles.
En un bowl agrega la harina, 1 huevo, la mantequilla y los 3/4 de leche restante. Mezcla muy bien para que todo se integre.
Pon a calentar una wafflera, ya que esté caliente, cúbrela con una capa pequeña de mantequilla, luego agrega una cuchara sopera de la mezcla para waffles.
Tapa y cuando estén listos los waffles, retíralos.
Repite el mismo proceso para tener las 2 tapas del sandwich.
Pasado el tiempo de marinado del pollo, retíralo para continuar con el empanizado.
Para esto, en un recipiente hondo, coloca harina, sazonador, paprika, chile en polvo y mezcla muy bien.
En otro recipiente coloca 1 huevo y mezcla.
Ahora, pasa el pollo a la harina, luego al huevo y por último a la harina de nuevo, para que quede más crujiente.
En un sartén u olla pequeña coloca suficiente aceite y, ya que esté bien caliente, empaniza el pollo.
Cuando ya esté bien dorado el pollo, retíralo y deja escurrir el exceso de aceite sobre una servilleta de papel.
Justo cuando retires el pollo coloca una rebanada de queso cheddar encima para que se derrita sobre este.
Para darle un extra, haz unos 2 huevos fritos o volteados.
Arma el sandwich: Pon un waffle, luego el pollo con queso, encima el huevo y cierra con el otro waffle. Coloca miel por encima. ¡Listo!.